Así no llegaremos a ningún
lado
Lo visto en la
tarde del Domingo en La Florida, sin duda nos dejó un gran manto
de duda con respecto a lo que lo que realmente este equipo puede hacer
en lo que queda de campeonato.
Durante la semana mucho se
había comentado sobre la espectacular reacción que tuvo el
cuadro en su compromiso frente a Palestino. En aquella ocasión se
logró ganar un partido que se veía comprometido, y gracias
a la entrega de los jugadores, los 3 puntos quedaron en Rancagua. El comentario
de la hinchada era solo uno: la notable garra y poder de reacción
del equipo que no se dio por vencido y peleó hasta el final por
un resultado favorable.
Pues bien, muchos fueron
los hinchas, alrededor de 300, que llegaron al municipal de La Florida
con la esperanza de ver ganar a nuestro equipo, hinchas que se sumaron
a la gran cantidad de gente de Santiago que esperaba a la celeste en la
Capital.
Primer Tiempo: Era posible.
Al comenzar el partido
nos dimos cuenta que ambos equipos se veían demasiado respetuosos
frente al rival, costó por ejemplo ver a Rivera o Carrasco pasar
la mitad de la cancha, este último con un primer tiempo para el
olvido, Viligrón y Arredondo poco acompañaban a un marcadísimo
Miranda, que tenía pegado a un jugador por donde se moviera. Aun
así O’Higgins se las ingeniaba para llegar al arco contrario, pese
a que los dos delanteros celestes estaban celosamente marcados por los
custodios audinos. Pero vino el golazo de Fleitas, otra vez el mejor jugador
de los celestes y poco a poco nos dábamos cuenta que el partido
era abordable, mas aun Tunga González se pierde en inmejorable posición
la posibilidad de aumentar.
Segundo Tiempo: La debacle.
Como era de esperar Audax,
herido en su amor propio, salió a buscar el partido e inteligentemente
Del Solar decidió soltar a quien marcaba a Miranda y dejarlo mas
libre, así entonces aumentó el volumen ofensivo de los verdes
y a poco de comenzar empatan tras un grueso error de Arredondo que no logró
despejar a tiempo. O’Higgins y específicamente Espinoza se veían
confundidos, no había poder de reacción y no se lograba pasar
la mitad de la cancha. Luego, otro gol de Audax y con esto los verdes ya
conformes se repliegan lo que lleva a O’Higgins a atacar, pero los verdes
estaban listos para el contragolpe. Así transcurrió el partido
hasta el final O’Higgins atacando y chocando frente a una muralla verde.
Al final Latorre estuvo 5 minutos al borde de la cancha rezando con Espinoza
para jugar los descuentos, la razón: sólo Espinoza lo sabe.
Resumiendo: este partido era
ganable pero se nota que Espinoza está confundido o mejor dicho
le hace falta una mayor colaboración de parte de los jugadores,
por que al final son ellos los que juegan.
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