Qué bien jugóO’Higgins. Ese fue el comentario común de los hinchas luego delpartido ante la U. Pocas veces en la temporada los celestes pudieron saborearuna victoria como ésta. O’Higgins logró al final una perfectacombinación de inteligencia, buen juego, tranquilidad, solidez y,por sobre todo, goles.

    Yo no era uno de los optimistasantes del partido, y lo confieso. Me parece que la U es sin duda el mejorequipo del fútbol chileno, posee una base de muchos añosy jugadores de muy buen nivel, y es allí donde está el méritode O’Higgins. Los tigres se formaron de manera muy similar a los azulesy prácticamente todos fueron superiores al jugador de la U que teníanal frente.

    Debo reconocer que esta vezChristian Gálvez me tapó la boca, en varias columnas he planteadomis dudas sobre si su nivel es acorde para un jugador de primera división,ya ahora me pareció un jugador atrevido, valiente, técnicoy desbordador, además estuvo en dos claras jugadas de gol, un tiroa la entrada del área en el primer tiempo y una entrada solo enel segundo, en ambas Vargas estuvo notable. Me agrada que los jugadoresme tapen la boca de este modo.

    Otro que me encantó fueAlcidio Fleitas, nadie pone en duda su corazón y lucha, pero estavez le agregó fútbol, desborde y peligro. Para mí,el mejor de la cancha. Bien por Baltierra, su gol fue vital, aunque creoque bajó físicamente en el segundo tiempo, o quizásPáez le impidió avanzar más en el complemento.

    Gran triunfo de O’Higgins, merecidavictoria. Qué lindo es el fútbol cuando los resultados son favorables, además se rompió una racha de cuatro añosque los tigres no le ganaban al chuncho.
 
 

Por:

Waldo Andrés Correa
Periodista 
 
 

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