Una actuación que no estuvo ajena a los problemas habituales de O’Higgins para quedarse con una victoria en condición de local, fue la del martes en el Estadio El Teniente. Pese a todo, los celestes sacan cuentas alegres sobre su puntaje, lográndose con ello pasar un año otra vez sin problemas de descenso. Siendo concretos, las cuentas de Páez apuntan a que con 2  a 3 puntos más el equipo no tendría ningún problema para permanecer en la Primera División del fútbol chileno.

    Lo de O’Higgins en la temporada da para un análisis mayor. Un equipo que pasa por largos pasajes de fútbol lento, falto de ideas, sin velocidad y que en algunos minutos puede explotar en un vértigo increíble, con una capacidad de llegar, de arrinconar a su rival que contrastan seriamente con los minutos anteriores.

    O’Higgins claramente muestra un poder de reacción notable, el martes luego del gol del empate de Peña, O’Higgins parecía que tendría nuevos problemas para marcar el segundo y sólo pasaron 5 minutos para celebrar con Fleitas, incluso antes del gol del guaraní, Dinamarca se comió un gol increíble.

    Así es el fútbol de O’Higgins: impensable, sorpresivo y reactivo. Bien por Fleitas y Viveros que se han convertido en los goleadores de las últimas fechas. ¿Para qué seguir con lo de la Maldición del 100?. Ya está..
 
 
 
 

Por:

Waldo Andrés Correa
Periodista 
 
 

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