Desde hoy mi corazón es celeste

    La fecha exacta no la recuerdo, pero creo fue un Viernes del año 1978, liguilla Copa Libertadores de América. Ohiggins-Union Española en el Estadio Nacinal. En esa oportunidad Ohiggins y Union se jugaban el paso a la copa.  Había mucho entusiasmo en la ciudad durante toda esa semana.  Mi Padre, mi hermano y yo tomamos, 6 o 7 de la tarde en O'carrol uno de los tantos buses hacia Santiago. Durante toda la tarde veia autos particulares, micros e incluso una burrita del año 30 que  pasó como a las 15:00 horas para llegar a la hora del partido con hinchas enbanderados.
En ese tiempo no era hincha de O´higgins por aproximación con mi padre era hincha de la U, pero mi hermano menor si era y es celeste. Durante el viaje y al mirar hacia atras se
notaba una file interminable de Rancaguinos hacia Santiago. Con los autos, micros y buses que nos pasábamos no saludábamos con señas de optimismo y mucha alegría.  Nos ubicamos en el sector norte del estadio, en donde se ubicó el gran grueso de la barra, pero habian grupos espacidos por todo el estadio. El partido fue tensionante y parejo (fue ese partido en que Las Heras perdio sus dientes producto de un encontrón con Acosta). Ohiggins volcado en ataque en el alargue y recuerdo un ataque de Union con nuestra defensa adelantada, entra un jugador por un costado del area y tira, pero en un esfuerzo del Negro Valezuela que arrastrandose sobre la linea de gol saca la pelota. A esas alturas se respirab un ambiente de angustia y tensión en la hinchada, el tiempo se acababa y con mi imparcialidad de entoces notaba la tensión de todos, vi a algunos rezando.
Con mi padre y mi hermano comenzabamos a bajar pos las escaleras de la galeria ya retirándonos cuando vino ese pase a Juvenal vargas(Qué será de ti?) y gol de Ohiggins. En ese instante se desató la locura, vi gente llorar de alegría, todos se abrazaban inclusos sin conocerse, la alegria era indescriptible. Al recordar esa experiencia aun ahora se me humedecen los ojos. Al salir del estadio habia gente haciendo Ronda, saltando, gritando abrazándose. No recuerdo hacer visto peleas ni nada. Gente de muy distintas clases solicales mezclados en la alegría.
La llegada a Rancagua fue apoteósica toda la ciudad afuera. En San Martin vi unos
cocineros de la Carpa encabezando una marcha con una olla gigantesca que golpeban a modo de tambor, el Alameda frente a Radio Rancagua se sacaron  parlantes y se armó una fiesta, la plaza llena y la alegría infinita de toda nuestra ciudad.
Es ese instante me dije porqué he de ser hincha deun club que no me representa y desde ese momento mi corazón es Celeste en la buenas y en las malas
Quiera Dios me de vida para ve a Ohiggins asi de grande

Saludos a todos los celestes del Mundo
Emilio

Vivencia de Emilio